26 de diciembre de 2012

Rayleigh

Hoy voy a hablar sobre un hombre que nació en Essex el día 12 de noviembre de 1842. Estudió matemáticas en el Trinity College de la Universidad de Cambrige de 1961 a 1965. En 1873 a la muerte de su padre heredó su título y se convirtió en barón. De 1879 a 1884 trabajó en el Laboratorio Cavendish hasta que se trasladó a Londres para ser profesor de filosofía de la Royal Institution. También fue secretario y presidente de la Royal Society de Londres. Posteriormente actuaría como gobernador del condado de Essex y como canciller de la Universidad de Cambrige. Murió en 1919. Pero claro, con esta información no creo que nadie sepa el nombre de nuestro personaje de hoy.

Efecto que lleva su nombre


También podría decir de él que en su honor se han nombrado sendos cráteres en la Luna y en Marte. Además podría decir de él que recibió el Premio Nobel de Física en 1904 por sus investigaciones sobre la densidad de un buen número de gases así como por el descubrimiento del Argón. También en su honor lleva su nombre la ley de la dispersión que sufre la radiación electromagnética por partículas mucho menores que la longitud de onda de los fotones dispersados.

Estoy hablando de John William Strutt, tercer Barón de Rayleigh.

John William Strutt
La llamada dispersión de Rayleigh es la dispersión de la luz visible o cualquier otra radiación electromagnética por partículas mucho menores que la longitud de onda de los fotones dispersados. Ocurre cuando la luz viaja por sólidos y líquidos transparentes, pero se ve principalmente en los líquidos. Esta dispersión es la principal razón de que el cielo se vea azul y en los atardeceres el cielo se vuelva de un color rojizo.

Si el tamaño de las partículas que atraviesa la luz es mayor que la longitud de onda, la luz no se dispersa. Cuando la luz atraviesa una nube, sal o azúcar, con partículas de mayor tamaño que la longitud de onda no se produce dispersión y lo vemos blanco. 

Fotografía de un atardecer, donde se aprecia el efecto Rayleigh


Ahora vamos a centrarnos en su trabajo como químico y el descubrimiento del Argón.
Fue Henry Cavendish, en 1785, el primero que se dio cuenta de que debía de haber un elemento químico desconocido en el aire. Pero hasta 1785 que nuestro protagonista junto con Sir William Ramsay en Escocia hiceran un experimento, muy similar al de Cavendish, en el que quitaban todo el oxígeno, dióxido de carbono, agua y nitrógeno de una muestra de aire. Determinaron que el nitrógeno mediante procesos químicos era 0,5% más ligero que el nitrógeno atmosférico. La diferencia podría parecer insignificante, pero fue lo suficientemente importante como para atraer la atención de nuestros protagonistas durante varios meses. Concluyeron que hay un gas mezclado con el nitrógeno en el aire. El argón también fue descubierto por una investigación independiente llevada a cabo por H. F. Newall y W. N. Hartley, los cuales observaron ciertas lineas en el espectro del aire que no fueron capaces a identificar. Estas correspondían con las del argón.


Tubo de descarga lleno de argón

Esta entrada es mi humilde participación en la XX edición del Carnaval de Química organizado por @bioamara en el blog La Ciencia de Amara.

Fuentes: 1, 2

1 comentario:

  1. Gracias por esta entrada! He aprendido y me ha parecido muy interesante. No sabía que el efecto Rayleigh era responsable de las maravillosas puestas de sol que a veces se ven :-))

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